Cuando era más pequeña y no conseguía dormirme (el imnomnio ya empezaba a despuntar con ganas por aquella época) mi madre venía a darme el beso de buenas noches con un "saco de sueño" cargado a la espalda. Cada día era de un tamaño diferente, según como me viese. Si mis ojos estaban abiertos como platos traía un saco tan grande que casi no podía arrastarlo. Si por el contrario, notaba que solo lo pedía por capricho, el saco podía incluso entrar en la palma de la mano.
Echo de menos ese saco, me encantaría que mi madre entrase todos los días por la puerta de la habitación con uno de los más grandes, quizás asi consiguiese conciliar mejor el sueño
7 comentarios:
Me encanta mucho esta entrada, está súper y muy real! abrazos...
Yo del insomnio estoy cansado!!!
ojala pudiera tener ese saco :(
Gracias por el comentario y los animos... Intentaré llevarlo lo mejor que pueda, aunque ahora mismo estoy destrozada.
Me ha encantado esta entrada, y me ha puesto muy nostalgica. A veces me gustaría tanto volver a la niñez, dónde todos esos pequeños detalles nos alegraban toda una noche...
Woooow, se me escapó una lágrima ! Seguida,!
Encantaor blog el tuyo, un placer haberme pasado por tu espacio.
Saludos y un abrazo.
Ese saco lo quieren muchos, habrá que seguir buscándolo.
Preciosa entrada, hasta ahora no te he podido comentar porque no me dejaba mi ordenador, pero decirte que me he leído todas las entradas y he tenido la intención de opinar en todas.
Saludos.
que bonita entrada! voy a seguir cotilleando, pero antes de despedirme quería invitarte a mi baúl,por si quieres compartir algún sueño con todos los amigos de Coquette.
te esperamos!
hasta pronto =)
Publicar un comentario