NADIE HA DICHO QUE LA REALIDAD SEA BONITA, O QUE NOS VAYA A GUSTAR. PERO ES LA REALIDAD Y ES LO QUE NOS TOCA VIVIR.
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viernes, 15 de febrero de 2013

Mareo

Mareo. Era la palabra que podría utilizar para describir sus últimos días, o semanas, o meses, hace tiempo que perdió la cuenta. Pero no del mareo que sientes cuando vas en coche y necesitas abrir la ventanilla para poder seguir respirando. No, ojalá fuese ese tipo de mareo. Más bien era esa sensación de que las piernas le temblaban a cada paso que daba, de que quizás el siguiente sería el último que pudiese dar antes de que las fuerzas le fallasen por completo. Ese nudo en el estómago cada vez que abría la boca para decir algo, temerosa de que no hiciese más que firmar su sentencia de muerte con cada palabra que le salía. O esa sensación de agobio infinito que sentía cada vez que se metía en cama y cerraba los ojos. 

Más que miedo, incertidumbre, ¿por qué? Ni ella misma lo sabía. El presente. El futuro. Su futuro.