NADIE HA DICHO QUE LA REALIDAD SEA BONITA, O QUE NOS VAYA A GUSTAR. PERO ES LA REALIDAD Y ES LO QUE NOS TOCA VIVIR.
BIENVENIDOS AL MUNDO REAL

jueves, 3 de junio de 2010

Entre páginas

Para qué negarlo, me encanta leer. Leería a todas horas si pudiese. Los libros me enganchan, me absorben desde la primera hasta la última palabra, desde que entra el primer personaje en escena hasta que se va el último. Incluso si el libro es malo, o no me gusta, una vez que empiezo a leerlo no soy capaz de dejarlo a la mitad, de quedarme sin saber el final. No soy de esas personas que dicen: "a mí me gustan solo los libros de ciencia ficción" o "los únicos libros que merecen la pena son los policíacos". A mí me gustan todo tipo de libros: tuve una etapa en la que desempolvé los viejos libros de mi padre de Isaac Asimov y me los leí todos; sin embargo, en los últimos meses me han entrado por los ojos Almudena Grandes y Lucía Etxebarria. Me gustan las novelas de amor, de intriga, policíacas, históricas, de ficción y de no ficción, de aventuras... y así con todos los géneros literarios que se te puedan venir a la cabeza.

Es una sensación extraña la que sientes cuando estás leyendo un libro; su historia te envuelve, te transporta a un "mundo paralelo" y se vuelve completamente real; te identificas con este o este otro personaje, les pones caras, visualizas los lugares por los que caminan... Tal vez por eso no me suelen gustar las películas que están basadas en libros, porque nada es como me lo había imaginado y aquella protagonista que yo pensaba que tenía que ser a narices morena y de ojos verdes, resulta ser rubia de ojos negros; y la casa en la que vive no está llena de papeles desordenados por todo el salón, sino que es la mujer más ordenada del mundo.

Cuando era más pequeña y mis padres me regalaban un libro me decían: "no lo devores, haz que te dure un poco de tiempo" y yo lo intentaba, de verdad que lo intentaba, pero a los dos días no me quedaba más remedio que decirles que ya lo había acabado. A veces las historias enganchan tanto que eres incapaz de parar de leer y cuando necesitas evadirte del mundo real, y creedme, son muchas veces, ahí está el libro, llamándote desde la mesilla de noche para que te sumerjas otra vez en él. Y alargas la mano, lo coges, y cuando te das cuenta llevas dos horas leyendo y no has estudiado nada.

Creo que en parte por eso me gusta tanto el verano; ahí sí que devoro los libros de verdad.

1 comentario:

Yass Fuentes dijo...

Por lo que pones, quizás te gustaría echar un vistazo a esta entrada que acabo de hacer:

http://blog.yassfuentes.es/2010/06/29/realidad-narrativa/